Estos cadáveres, (carentes en su mayoría de técnica, eso lo sé) fueron hechos hace ya varios años, mientras asistíamos al taller de literatura. ¿Qué ha sido de este grupo? Ya lo han dicho, somos todas las voces que hablan lo mismo y sin embargo pueden ser contrarias entre si, amamos la bella libertad que se transforma para ser una nueva siempre. Entre nosotros han habido de los beben hasta morir y de los que son abstemios sin remedio; de los que no creen en Dios y de los que lo vieron una tarde, sentado en un café después de una película, pero lo niegan; de los que creen en la utopía y de los que jamás creyeron en nada; de los que quisieron creer, pero se fueron amilanando y juran que Mao les vende comida china; de los que no pueden comprar los libros de Bolaño, pero lo leen en WORD, y del que se llama Manuel pero que no leyó el libro de Manuel; de los que no tienen trabajo y de los que no quieren trabajo a menos que sea para vagar por el mundo; de los que les niegan las publicaciones universitarias siendo universitarios. Llego a la conclusión de que si hemos sobrevivido y estamos juntos es porque no hay cabeza o porque la única cabeza es la de la Hidra de Lerna. Podridos por nuestra pureza, puros en nuestro propio fango, hemos tenido todos los nombres y ninguno ¿Y para qué un nombre? el primero que nació fue el último al que volvimos "Máscara Suelta". Y por si alguien viene a preguntar, seguimos siendo alérgicos a la jerarquía, a nombrar juntas directivas, juntas de transición y juntas de intransición; a los que creen que debemos seguir "una línea" sepan que hay tantos caminos dulces de recorrer como dijo Cortázar. Miro los cadáveres que escribimos y dibujamos, reviso lo que vivimos por aquello de que "si no sobrevive la palabra" y lo vivido sea lo que nos quede. Así han sido estos cinco años en un grupo literario.
1 comentario:
A petición de los compañeros, subo el post que publiqué hace unos días en mi blog.
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